Publicadas las memorias de Olivero durante la Primera Guerra Mundial
¡Aviones enemigos a la vista…! es el título de las memorias que Olivero dejó escritas y se rescataron para su publicación..
¡Albricias! Ya está lista la primera edición de las memorias del mayor Eduardo A. Olivero. ¡Aviones enemigos a la vista…! recoge su experiencia duranta la Primera Guerra Mundial cuando se sumó como voluntario para luchar por el país de sus mayores, Italia. Las memorias comprenden sus reflexiones desde que abandona Tandil, su ciudad natal, hasta que llega a Italia, lucha en el frente y finalmente regresa a Buenos Aires.
En un antiguo tomo escrito a máquina, la familia del mayor Eduardo Olivero conservaba las páginas donde él había plasmado sus memorias de la guerra. Cada nieta tenía una copia encuadernada con faltantes y páginas repetidas, no era suficiente para dar eso a conocer. Pero, hace unos años, salió a la luz la copia original escrita por el mismo Olivero y todo cambió.



Los planes comenzaron para hacer una primera edición que plasmara de forma fiel, las palabras que Olivero legó a la posteridad. No quedan hoy muchos registros en primera persona de pilotos que participaron en la Gran Guerra por lo que estas memorias implican un material inigualable para historiadores y para ahondar en el conocimiento de la guerra y sus protagonistas.
Se realizó un trabajo cuidadoso al momento de manipular un tomo antiguo que contenía notas, aclaraciones e imágenes. Sus palabras contemplan la narración de distintos eventos, desde que parte de Tandil, su ciudad natal, su viaje por el Atlántico y su llegada a Italia. Relata su experiencia en el frente y su participación en las famosas batallas de Isonzo, hito destacado de la Primera Guerra mundial, como parte de la escuadrilla Baracca.
Olivero, en sus páginas, demuestra ser un gran observador de la condición humana, las historias de sus compañeros, civiles y superiores no pasan desapercibidos a la mirada de un joven soldado (tenía 17 años cuando parte a la Guerra) que descubre el mundo y reflexiona sobre la naturaleza humana. Observa la muerte dolorosa, describe con afectuosa intimidad las expresiones de dolor, las palabras de desaliento. Pero también es capaz de ver los pequeños haces de luz que el alma humana es también capaz de proyectar a su alrededor, aún en los momentos más oscuros. Una familia que les regalan a él y a sus compañeros un poco de fruta o un plato de comida, las bromas y celebraciones de los soldados en las barracas que alejan su mente de la realidad que los acecha a pocos metros.
No queda claro cuándo escribió esas memorias. No está aclarado en ningún lugar del viejo tomo encuadernado si esas palabras fueron escritas con la memoria todavía fresca de quien acaba de volver del frente o si son el producto del recuerdo decantado de un Olivero ya mayor que mira para atrás a quien él era de joven, con todo el mundo por conocer, todavía con una vida entera por vivir.
El libro contiene muchísimas reflexiones que Olivero interpone en su narración. Ocupaban su mente la situación de Italia durante la Gran Guerra y los años que vinieron después. Especiales palabras de admiración y gratitud tiene para con las enfermeras que atendían a los enfermos y se quedaban a su lado, aún cuando el enemigo avanzaba para ocupar esos hospitales y tomar prisioneros a los enfermos. Particular atención le ocupan la situación de los civiles, con detalle sutil describe a quienes huyen, a quienes tienen miedo, a quienes quieren colaborar con las escasas herramientas que tienen en la lucha, a quienes se paralizan y no quieren abandonar la tierra y el hogar que conocieron toda su vida.
Esta edición se dedicó a reproducir, sin modificar, sus palabras, para que funcionara como una fuente de primera mano para quienes quieren saber más sobre la vida de Olivero, los historiadores, los entusiastas y estudiosos de la historia, los interesados en saber más sobre las reflexiones de quien fue testigo en el frente de las miserias y esperanzas humanas más profundas.


Con la ayuda de Emanuel Bailo se maquetó el libro para respetar el índice que Olivero había dejado, uno que no sigue un criterio constante de dividir su experiencia en etapas, lugares o personas. Los capítulos de sus memorias se dividen de forma irregular, como creemos también que debió ser el proceso de traer al presente sus recuerdos. Los hechos siguen una progresión lineal pero a veces se extienden para narrar los eventos de héroes de Italia que él no conoció pero cuyas historias indudablemente lo marcaron y lo conmovieron.
En la imprenta Buschi el libro se hizo algo tangible, tuvo color y peso, y es hoy la primera edición de ¡Aviones enemigos a la vista…! que podemos leer para conocer más sobre la vida de este pionero. El sello Gaula invita a todos los interesados a contactarse para saber más sobre esta obra única.